Las Islas Lofoten es un grupo de islas situado al norte de Noruega por encima del círculo polar, más específicamente en la costa oeste del país frente al Océano Atlántico. Con aproximadamente 24 500 habitantes, que en su mayoría viven de la pesca y el turismo, las islas Lofoten son un atractivo destino turístico para viajeros de todo el mundo.
Probablemente la forma más sencilla para llegar a las islas Lofoten es coger un vuelo hasta la ciudad noruega de Tromsø, desde donde se llega fácilmente a las islas mediante la carretera E10. Gracias al proyecto de carretera Lofast, terminado en 2007, es posible llegar a Lofoten en coche sin la necesidad de coger un barco.
El complejo insular de Lofoten está formado por varias islas; entre ellas Vestvågøy (antiguamente llamada Lofoten), Hinnøya, Austvågøya, Gimsøya, Flakstadøya y Moskenesøya, además de otras islas más pequeñas que se encuentran más alejadas de la península como Værøya y Røst, a las que se puede llegar en barco o avión. Las ciudades más grandes de los Lofoten son Leknes y Svolvær.
Los pintorescos paisajes de las islas Lofoten se caracterizan por altas y áridas montañas, costas largas , bahías protegidas y grandes zonas de naturaleza salvaje, por lo que es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza. La montaña más alta de la zona es Higravstinden (1.146 m) que se encuentra en la isla de Austvågøy.
En cuanto al clima, las islas Lofoten se benefician de temperaturas bastante suaves a pesar de encontrarse encima del círculo polar. La proximidad de las islas con la corriente Golf mantiene la temperatura media aproximadamente en -1,5 °C en invierno, mientras que en verano la temperatura media es de unos 13 °C.
Las islas ofrecen a los viajeros múltiples actividades al aire libre, como la escalada en roca, el montañismo, el senderismo, el ciclismo o el golf, siendo también posible contemplar, con un poco de suerte, su exótica vida animal. En las Lofoten habitan aguilas blanco-atadas, cormoranes, nutrias y alces, y sus aguas son a menudo visitadas por orcas y cachalotes.
Al viajar a las Lofoten es recomendable tener en cuenta la época del año, ya que, debido a su ubicación polar las horas de luz son muy abundantes en verano y escasas en invierno, siendo ambas épocas exóticas para un viajero. En el mes de junio es posible contemplar allí el sol de media noche, mientras que en el mes de diciembre la oscuridad está presente durante todo el día.
Recomendamos este destino a todo el que busque bellos paisajes , tranquilidad y desconectar de la vida urbana.
Artículo dedicado a Gema Guzmán, amiga seguidora y amante de los grandes viajes, que nos preguntó por este destino.