Continúa en Islandia el juicio del ex Primer Ministro Geir Haarde al que se le acusa por negligencia en su actuación frente a la crisis económica mundial que afectó de sobremanera al pequeño país nórdico de Islandia. En 2008 el sistema bancario islandés sufrió un colapso determinante llevando al país al borde de la bancarrota.
El tribunal estatal Islandés, llamado Landsdómur, no había actuado nunca en su historia, que comenzó desde su creación en 1905. Ahora, sin embargo, el parlamento islandés ha decidido actuar y ha convocado este tribunal para tratar la acusación de Haarde. Cuatro ministros de su gobierno también fueron investigados, pero al final el único acusado que se sentará en el banquillo será el ex Primer Ministro.
Geir Haarde está siendo acusado, entre otras cosas, por la caída del banco IceSave, al no haber, presuntamente, cumplido la ley sobre la responsabilidad de los ministros y por no haber hecho caso a las advertencias procedentes del sector bancario en los momentos anteriores al estallido de la crisis. Es el primer Primer Ministro Islandés en enfrentarse a los tribunales estatales.
El propio Haarde se declara inocente basándose según él en que “las acusaciones no tienen fundamentos”. De hecho su defensa está basando su argumentación en el planteamiento de que el presente juicio es un mero proceso político y una campaña de desprestigio a Haarde y si línea política. La defensa de Haarde afirma que el ex- Primer Ministro no pudo tener poder de decisión en las empresas privadas bancarias por su estatus de político y que la gestión que éste hizo a las puertas de la crisis no fue la razón por la que se cayó el base de la actividad bancaria islandesa en 2008.
Sin embargo, de ser juzgado Haarde se enfrentaría a una posible pena de dos años de cárcel. La duración prevista del juicio son 10 días.
La opinión de los islandeses en el asunto ha variado, ya que hace un año dos tercios de los habitantes estaban a favor del proceso, y hoy sólo lo está la mitad de la población islandesa.
Un dato contradictorio sobre este juicio es que, al parecer en Islandia Haarde es el único político que está siendo acusado de su gestión en la crisis y, aunque se han abierto varios casos por corrupción contra directivos en esta misma materia, ningún dueño de un banco islandés ha sido afectado por el momento.