Finlandia cuenta con los más altos estándares de calidad a nivel mundial en sus niveles de educación. ¿Qué es lo que los ha llevado tan lejos? Y ¿Qué podríamos aprender al respecto de este extraordinario sistema educativo?
La pregunta que más frecuentemente surge de los visitantes extranjeros en Finlandia es, por qué los estudiantes finlandeses son tan exitosos. En Finlandia las familias valoran la educación; piensan que es algo importante.
En este país nórdico se ofrece el mismo sistema para todos los estudiantes, sin importar su origen o contexto cultural, ni lo que sus padres hagan; todos reciben una educación muy semejante. Tienen un consenso sobre lo que desean que sus jóvenes lleguen a ser, y desean crear un ciudadano digno a partir de cada finlandés.
No existe una única razón para que Finlandia esté en la cima de estas clasificaciones, más bien hay muchos factores de reciprocidad e interacción. Políticos, directores de escuela, profesores y universidades han comprendido que estos son los únicos recursos que tienen en Finlandia, a los cuales hay que dirigir toda la atención, ellos son el cerebro: la juventud y la educación. Es por eso que las decisiones apuntan todas al mismo objetivo: poder brindar a sus hijos un tipo de educación que los haga sujetos competitivos en el mercado internacional.
Desde que se realizó el primer examen PISA, Finlandia ha quedado en el más alto nivel en los resultados.
Quizá la clave esté en no empezar por lo que fundamenta el plan de estudios sino por los propios estudiantes, entendiendo sus perspectivas. Después de comprender este concepto es cuando se pasa a trabajar en las aulas.
En Finlandia, el niño promedio inicia su escuela a los 7 años. La mayoría de niños desarrolla las habilidades sociales en el preescolar y la lengua se aprende normalmente en casa. La escuela es tranquila e informal y los estudiantes se dirigen a sus maestros por su nombre de pila. Con frecuencia los estudiantes de primaria permanecen muchos años con el mismo profesor, permitiendo así que los patrones de aprendizaje sean fáciles de entender.
Las escuelas de primaria, medias y secundarias son bastante más pequeñas para conseguir una relación más íntima entre los propios profesores así como entre estudiantes y profesores. También se busca que el número de alumnos por clase sea reducido, alrededor de 20. Con los alumnos se trabaja con ejemplos de casos reales para explicar las cosas, invitando a la propia reflexión del niño, así como a su creatividad a través de las Artes, todo integrado en un currículo.
Las aspiraciones y ambiciones sobre la vida futura del alumno son tenidas bastante en cuenta para enfocar su formación. Esto hace que los alumnos en general se sientan bien e integrados sabiendo que pueden recibir la educación adecuada; y de esta manera ponen toda su motivación en querer hacer lo que realmente desean hacer y no lo que se les imponga hacer la vida, ya que valoran ante todo tener simplemente lo que necesitan para conseguir una vida feliz. En general los alumnos finlandeses prefieren el amor por las cosas que hacen que el propio dinero.
El aprovechamiento del tiempo es un factor muy importante. Normalmente se comienzan las clases a las 8 am, aunque a veces esto es flexible, entrando a las 11h saliendo a las 4 pm, y las clases ( 2 ó 3) son más largas para evitar perder tiempo entre una y otra, reduciendo el número de éstas pero haciéndolas más efectivas. La cuestión horaria también depende de cómo cada alumno elija los cursos. La duración de los cursos también depende del planteamiento que tenga cada uno, según el tiempo que necesite cada alumno poniendo más o menos lecciones por día.
El tiempo libre es también un factor importante y valorado, no sólo para poder estar con los amigos, sino para poder practicar otras actividades.
La población de Finlandia es de unos 5.4 millones, y aunque en las escuelas de Helsinki se hablan alrededor de 45 idiomas distintos, el 93 % de la población es finlandesa y el 16,2% de los estudiantes habla finlandés como segunda lengua. Alrededor de una tercera parte del país se encuentra por encima del Círculo Polar Ártico, siendo rica en lagos y bosques.
Finlandia salió de la Segunda Guerra Mundial convertida en una sociedad lisiada y agraria y en 1960 el crecimiento de su población activa se detuvo, haciendo que el desarrollo económico dependiera de la ampliación del conocimiento, la destreza y la productividad.
La electrónica es hoy la única y más grande industria manufacturera finlandesa, y en los últimos tiempos Nokia ha sido uno de los líderes mundiales en la fabricación de teléfonos móviles. Con un 3,5% del PIB, Finlandia es el país que más interviene en I+D después de Suecia e Israel, poseyendo más investigadores per cápita que cualquier otro país.
En el año 2000 Finlandia sacó el primer puesto en la prueba PISA manteniendo su posición en las categorías principales hasta 2009.
En apariencia una clase en Finlandia es bastante parecida a las clases en el resto del mundo, pero hay algo muy distinto: son los alumnos quienes resuelven los problemas (en el caso de las matemáticas) y no el profesor, de esta manera el profesor puede comprobar qué saben y qué no saben sus estudiantes. También hay estudiantes docentes observando la clase, y es que en muchas ocasiones los profesores forman a otros profesores y esto es parte de su formación básica. Después de observarlas se reunen en pequeños grupos para criticar y discutir esas clases.
Hasta el bachillerato no tienen prácticamente evaluaciones. Este ambiente relajado facilita y mejora el aprendizaje así como estimula la motivación, enfatizando en la idea de que el aprendizaje depende de ti mismo, y que esto es bueno para tu futuro y que, además, es divertido aprender. Siempre es mejor descubrir tu mismo un teorema matemático a que te lo expliquen.
Los profesores siempre han sido venerados en Finlandia, en las poblaciones eran considerados sabios que todos buscan para recibir consejo. Pero lo más destacable de la historia finlandesa es cómo ellos han cambiado la naturaleza de la enseñanza. Los profesores han dejado de ser meros eslabones en la cadena que siguen manuales estrictamente estipulados, y se han vuelto formadores del conocimiento, trabajadores en equipo que conciben el aula como un laboratorio para la continua innovación, y que están en la búsqueda de cómo garantizar que todos los estudiantes accedan a los más altos niveles.
Los profesores son los encargados de facilitar el trabajo colectivo de los estudiantes y este tipo de actividad creadora tiene lugar en estos ambientes de aprendizaje. Hoy en Finlandia los profesores van a la cabeza de este tipo de trabajo multi-profesional conjuntamente con aquellos que trabajan en bibliotecas, centros científicos y museos.
Si quieres llegar a ser profesor tienes que ser bastante bueno, y también debe tenerse altas calificaciones para poder ingresar en la universidad. Si eres bueno quizá podrías ser aceptado. No todo el que tenga éxito académico será automáticamente aceptado. De hecho la carrera docente no es para aquellas personas que no hayan podido conseguir otro empleo; en Finlandia el estudio para llegar a ser docente es muy solicitado, ser profesor es una profesión muy estimada.
Muchos estudiantes quieren llegar a ser profesores y llegan a esta carrera con un alto grado de competencia. Se cuenta con un programa de cinco años para todos los profesores, tanto para profesores de aula como para profesores de asignatura. Los profesores de asignatura toman énfasis en su asignatura principal y en estudios pedagógicosy los profesores de asignatura toman énfasis en su asignatura principal. Son, por tanto tres años de licenciatura y dos de maestría.
Podría deducirse que, entre otras cosas, la razón del éxito educativo finlandés sea, junto a los conceptos de flexibilidad y creatividad, la educación de los propios docentes.
En el terreno educativo Finlandia es un ejemplo del que no pocos países debieran tomar nota.